Fueron los comienzos, hasta que el espacio y la demanda de trabajo hicieron necesario ampliarme y abrir mi primer estudio de tatuajes independiente en la comuna de Providencia. Es en mi estudio, hoy después de un extenso recorrido, continúo trabajando en el constante desafío de plasmar con precisión aquellas historias que los clientes traen a diario. Actualmente, aún cuando soy largamente conocido por mis tatuajes tribales y sombreados, me he aventurado cada vez más en piezas full color.
Hoy puedo decir que me siento muy afortunado de contar con una base de clientes que llegan desde todas partes del país y también desde el extranjero, que confían mucho en mí y que están cada vez más dispuestos a dar rienda suelta a mis ideas sobre su piel. Naturalmente, siempre he retribuido dedicándome con pasión a esto y entregándoles, más allá de un hermoso trabajo, un alto estándar de prolijidad e higiene, así como una sincera asesoría sobre las propuestas que recibo. Gracias a un creciente grado de apertura en relación a los diseños, colores y tamaños, he logrado piezas que han hecho tremendamente felices a sus dueños y me han dado también en lo personal, grandes satisfacciones.
Actualmente mi trabajo está en la piel de cientos de personas de muy diferentes estilos. También he tenido el honor de ser invitado durante varios años consecutivos a trabajar en respetados estudios de Europa; en Alemania, Dinamarca e Isla Faroe, donde mucha gente me ha entregado sus proyectos, ideales que tienen implicaciones muy profundas y permanentes para cada persona. Esto, me ha impuesto mantener un elevado nivel de actualización, dedicación y flexibilidad, nutriéndome además de mis propias inspiraciones, de la influencia impresa por el trabajo de otros tatuadores de diversas culturas, así como también del flujo de las nuevas ideas de mis clientes.
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